LA CIENCIA DE LA VIDA

«Un médico que falla en entrar en el cuerpo de un paciente con la lámpara del conocimiento y el entendimiento, nunca podrá tratar enfermedades. Deberá primero estudiar todos los factores, incluyendo el entorno, que influye en la enfermedad, y luego prescribir tratamiento. Es más importante prevenir una enfermedad que buscar su cura».

Charaka Samhita, siglo II d. C.

PEQUEÑO RESUMEN: 

Historia: Ayurveda es la ciencia conocida como el sistema de salud más antiguo del mundo. Sus inicios datan de hace más de cinco mil años. Las raíces ayu, “vida”, y veda, “sabiduría” proceden del Sánscrito, es en ese conocimiento de la vida en el que se basa su objetivo esencial.

Como ciencia, aspira a establecer la habilidad de vivir lo más plenamente posible en cada aspecto, un estado conocido como iluminación.

Ofrece una concepción comprensiva de la vida y la salud, teniendo en cuenta toda la existencia humana; lo tangible y lo inmaterial, como la mente, el alma y los sentidos; que afectan el curso de nuestra existencia física. Lo que un médico occidental nominaría como “de origen psicosomático”.

Sus principios están íntimamente ligados al funcionamiento de la naturaleza. Las inteligencias específicas que originan los cinco elementos: espacio, aire, fuego, agua y tierra son las responsables de dirigir el mundo natural y gobiernan los procesos fisiológicos inherentes al ser humano.

La teoría de los tres doshas: explica cómo estos cinco elementos se combinan para controlar la fisiología humana. Las tres capacidades funcionales se llaman: vata, gobierna la moción y el movimiento; pitta, controla los procesos de transformación; y kapha, responsable de la cohesión, el crecimiento y la licuefacción.

Pakruti: el tipo de constitución.

Este principio reconoce que cada ser humano nace con una combinación particular y única de los tres doshas, y que este equilibrio natural es el responsable de las diferencias físicas, mentales y emocionales entre las personas. Mediante la identificación y mantenimiento del Pakruti individual, el Ayurveda puede ayudar a cada persona a crear su propio estado ideal de salud.

Panchakarma: la ciencia del rejuvenecimiento.

En cualquier caso, los desequilibrios en los doshas, y la capacidad digestiva debilitada, permiten la formación de impurezas tóxicas, que bloquean la capacidad natural del organismo para curarse a sí mismo.

Para remediarlo, el ayurveda ofrece el Panchakarma para purificar el cuerpo de la influencia degenerativa de estas sustancias extrañas y liberar su habilidad inherente de regeneración.

Objetivo fundamental: centrándonos en la obesidad como ejemplo, presentar el abordaje sanitario alternativo, procedente de una cultura diferente, mediante la comparación de dos grupos de pacientes con características similares tratados con sendos sistemas médicos: ayurveda y occidental. Con el fin de ampliar nuestra visión, inspirando y enriqueciendo nuestra presente y futura dedicación a la medicina, y al ser humano.

Historia y antecedentes

El Ayurveda, viene de la tradición de los Vedas, los libros indios más antiguos de conocimiento. El término procede de las palabras en sánscrito; “Ayur”, vida y “veda”, sabiduría. Por lo tanto, basa sus principios en el conocimiento de la vida; en la ciencia de la longevidad. Es probablemente la medicina natural más antigua del mundo. Sus inicios datan de hace más de 5.000 años.

Ayurveda es el sistema tradicional de la India, en relación a la salud y a cómo sanar el cuerpo y el alma. Explora la vida, y las capas de la misma, prestando más atención a sus funciones que a las estructuras que las contienen. Según esta medicina, cada ser humano es inseparable del cosmos. Todo lo existente en el macrocosmos también lo está en el microcosmos. Y dentro de esta conciencia cósmica, cada cuál es un fenómeno exclusivo.

“Esta medicina se basa en la existencia de una equivalencia entre el universo y la persona, así como la interrelación muy estrecha entre la mente y el cuerpo, considerando que cualquier experiencia positiva o negativa, en una de ellas, afecta a la otra”, expresa Villar.()

Este sistema afirma que a partir de la conciencia del universo y del sonido que éste produce; “om”, se generan los cinco elementos: -Tierra, fuego, agua, aire y espacio.

Estos se manifiestan en el cuerpo como tres organizaciones biológicas, que toman el nombre de doshas, y son: Pitta, Kapha y Vata. Regulan todos los cambios fisiopatológicos de cada ser, y determinan su constitución, o prakruti.

 Los doshas indican las características físicas y psíquicas de los seres humanos. Los Vata son delgados, tienen la piel sensible, las venas pronunciadas, la mente activa y creativa. Los Pitta se caracterizan por su estatura media, cabello suave, intelecto discriminativo y tendencia a la irritabilidad. Mientras que los Kapha tienen un cuerpo bien desarrollado, tendencia al exceso de peso y un carácter pacífico.

Existen combinaciones de doshas, pero siempre habrá uno que predomine. Dependen de la armonía que exista con el medio ambiente interno y externo, los cuales determinan la salud y enfermedad.

Según la directora del programa de Medicina Complementaria de Essalud, Martha Villar.() “Estos tres elementos gobiernan todas las funciones biológicas, psicológicas y patológicas”, y además determinan su constitución o prakruti.

 Esta medicina se basa en el conocimiento del prakruti, o consitución única dada por los doshas. Si cada ser conociese el suyo, podría conocer a su vez cuál es la clase de vida que más le conviene o el tipo de dieta. Lo que para unos es veneno para otros puede ser alimento, y viceversa. Es imprescindible pues, conocer el prakriti, para hacer saludable, feliz y equilibrada la vida del individuo.

 

La teoría de los cinco elementos

Los rishis, antiguos sabios de la India, utilizaron la teoría de “los cinco grandes estados de existencia material” para explicar la interacción de fuerzas interiores y exteriores. Estos son:

  • Tierra: es el estado sólido de la materia, cuya característica principal es la estabilidad o es fija.
  • Agua: es el estado líquido de la materia, cuya característica principal es el No tiene estabilidad.
  • Fuego: es el poder de transformación; de una sustancia sólida en líquida o en gas, y viceversa, modificando su disposición relativa. Es forma sin sustancia.
  • Aire: es el estado gaseoso de la materia, cuya característica principal es la movilidad o Es existir sin forma.
  • Espacio: En el que todo ocurre y se manifiesta y al que todo regresa. No tiene existencia física. Es distancia que separa a la materia, éter.

Estos cinco elementos contienen materia y energía. Constituyen un código de formas de inteligencia que componen la mente del hombre y el mundo que percibe. Al combinarlos por parejas obtenemos los tres doshas.

Vata, está compuesto de aire y espacio. Pitta, está compuesto de fuego y agua. Kapha, está compuesto de agua y tierra.

Esto explica el vínculo entre el desequilibrio de Vata y un día ventoso. Que este dosha aqueje de gases intestinales y que sea sutil, penetrante y ligero. Justifica la agresividad de Pitta, por su fuego interior, o su transpiración por la acuosidad.

Las personas Kapha, por su parte, tienen “los pies en la tierra!”, son más lentos y viscosos, presentan más tendencia a la mucosidad en los senos nasales y congestión en el pecho, dado su exceso de agua.

VATA está destacado porque es el primero en cambiar

y el que arrastra a los otros dos consigo. El espacio, propio de Vata, permite la transmisión del sonido, que es la base de todo, según el Ayurveda. No se trata de lo audible, sino de las vibraciones más sutiles que resuenan en nuestra conciencia silente. Se sirve de estos sonidos para curar el cuerpo. De ahí el papel de la musicoterapia védica, en este tipo de medicina. Como técnica, encarna las vibraciones fundamentales que palpitan en la naturaleza en cada momento. Aplaca así a los doshas, eliminando las variaciones extremas en una corriente continua de actividad creciente o menguante. (Entraremos en detalle en las sección de tratamientos).

Los Doshas

Los doshas son únicos y definitorios pues permiten la comunicación de la mente y el cuerpo. Son invisibles, rigen los procesos físicos del cuerpo sin ser ellos mismos físicos. Los denominados “principios metabólicos”. Se mueven, crecen y decrecen; pueden “atascarse” en los tejidos y desplazarse a lugares que no les corresponden. El desequilibrio de estos es la primera señal de que la mente y el cuerpo están descoordinados, la primera señal de enfermedad.

Los tres doshas, Vata, Pitta y Kapha regulan miles de funciones diferentes en el sistema mente cuerpo, pero sus funciones básicas son tres:

El dosha Vata, controla el movimiento . El dosha Pitta, controla el metabolismo. El dosha Kapha, controla la estructura.

 Cada célula del organismo debe contener estos tres principios. Para seguir con vida, nuestro cuerpo debe tener Vata, o movimiento, que posibilite la respiración, la circulación de la sangre, la digestión y el envío de impulsos nerviosos desde y hacia el cerebro. Debe tener Pitta o metabolismo para procesar el alimento, el aire y el agua por todo el sistema. Debe tener Kapha o estructura para mantener unidas las células y formar músculos, grasa, huesos y tendones. La naturaleza precisa de los tres principios para construir el cuerpo humano. Aunque los doshas se combinen entre sí, siempre habrá uno que predomine. El desequilibrio de los mismos puede dar lugar a enfermedad. De esta manera, la prevención se transforma en algo mucho más específico, pues sabemos cuáles son los puntos fuertes y débiles de nuestro cuerpo, que tienden a ser permanentes o por lo menos duraderos.

Es raro que una persona Vata pase toda su vida libre de insomnio, y los Kapha se percatan muy pronto de que transforman las calorías en grasa con bastante facilidad. Lo más importante es saber que todas las enfermedades pueden ser evitadas, no ajustando minuciosamente el Vata, el Pitta y el Kapha uno a uno sino equilibrando todo el organismo; utilizando los doshas como guía.

Causas de la enfermedad

Dado que la vida humana está compuesta por cuatro aspectos básicos que suponen: alma, mente, sentidos, cuerpo; los cuatro participan en la formación de la salud y la felicidad, y juegan también un papel importante en la génesis de enfermedad. En cualquier caso el Ayurveda ve la mente como la clave que mantiene conectadas las demás partes de manera holística. Determina así la fuerza o debilidad del cuerpo y su resistencia o susceptibilidad a los factores que crean enfermedad. Así pues define tres causas principales de enfermedad:

1- Error del intelecto- pragya aparadha: Se da cuando el hombre se ve identificado con objetos concretos, en vez de con la inmensidad o naturaleza; con sus limitaciones en vez de con su potencial Esta situación crea estrés en el cuerpo y la mente ya que representa una relación falsa con el mundo. La mayoría de la gente no lo hace a propósito, es parte del condicionamiento de la sociedad y los patrones de creencias que precipitan y hacen perder al intelecto su intimidad y raíz que reside en la pura conciencia y el conocimiento.

Según el hinduismo, las tres cualidades del universo reciben el nombre de gunas, que se dividen a su vez en Sattva, la bondad contemplativa o pureza, rayas, la pasión enérgica y tamas, la ignorancia inerte.

En este caso Sattva es la que más influye, porque si disminuye pierde su carácter discriminativo, tendiendo el individuo a tomar decisiones erróneas y provocando la pérdida de equilibrio con el entorno.

2- Mal uso de los sentidos- asatymya- indriyarthaProvocando desuso, abuso o un uso dañino de los mismos; perdiendo su capacidad protectora.

3- Efecto de las estaciones: Todos los desequilibrios generados provocan una disfunción en los doshas que pierden su adaptabilidad a los cambios, estacionales, por ejemplo.

Cuando se manifiesta alguna de estas causas o todas juntas, el metabolismo o fuego digestivo, agni, se debilita. Dado que los doshas han perdido su capacidad canalizadora de los alimentos a los dhatus o tejidos, y de los residuos tóxicos o ama, al sistema digestivo para eliminarse, éstos son acumulados. Cada dosha que no se elimina en su lugar correspondiente del tracto gastrointestinal aparece exacerbado en su lugar de acumulación.

Dado que estos alimentos, no se transforman en nutrientes, esta disfunción provoca a su vez, desnutrición. El sistema inmunológico decae, momento en que los agentes patógenos favorecen la aparición de enfermedades infecciosas y degenerativas, agudas o crónicas. Así pues, la medicina ayurveda postula que el ataque patógeno es secundario a un desequilibrio interno anterior.

Causas de acumulación de ama (toxinas):

  • Un insuficiente agni (metabolismo).
  • Una mala rutina a la hora de
  • Comer alimentos
  • Comer bajo una emoción
  • Comer sin
  • Comer con demasiado agua o agua fría.

Las seis fases de la enfermedad

Poner al paciente en contacto con su propia naturaleza ha sido la meta de la medicina hace miles de años. En Occidente nos ha cautivado la medicina científica, con su explicación estrictamente física de la enfermedad. En la actualidad se reconoce que la enfermedad puede originarse tanto en la mente como en el cuerpo. Una impresión fuerte, como la muerte de un cónyuge, por ejemplo, puede provocar el caos en el cuerpo, inutilizando el sistema inmunológico y allanando el camino a la enfermedad; esto explica que la proporción de fallecimientos sea mucho más alta entre las viudas recientes que en la población general. También explica el hecho de que las mujeres solitarias que carecen de la oportunidad para prestar apoyo emocional a otros, contraigan cáncer de mama en proporciones más elevadas.

Este nuevo interés por la relación mente cuerpo tiene su parte positiva y negativa. Antes creíamos que la neumonía, por ejemplo, se originaba cuando las bacterias invadían los pulmones y se multiplicaban allí descontroladamente. En la medicina mente-cuerpo, cualquier explicación tiene raíces en una etapa anterior, se considera que la causa de la enfermedad radica en que el sistema inmunológico se vio debilitado por una influencia mental negativa.

Es una explicación más amplia que la meramente física pero también vaga, por desgracia. La interacción entre la mente y el sistema inmunológico es tan fluida que los médicos no pueden señalar con exactitud el momento crítico en el que los pensamientos negativos afectan al sistema inmune.

En Ayurveda podemos precisar más. Según los textos antiguos, el proceso de enfermedad se divide en seis. Las tres primeras fases son invisibles y se relacionan estrechamente tanto con el cuerpo como con la mente. Las tres últimas presentan síntomas evidentes que el paciente o su médico pueden detectar. Cada etapa representa una pérdida de equilibrio pero su aspecto cambia conforme avanza el proceso.

  1. Acumulación: el proceso se inicia con el ascenso de uno o más doshas.
  2. Exacerbamiento: el exceso se acumula hasta el punto de sobrepasar sus límites
  3. Diseminación: el dosha recorre el
  4. Localización: el dosha errante se instala en un lugar al que no
  5. Manifestación: surgen síntomas físicos en el punto donde se ha acumulado.
  6. Trastorno: se declara una enfermedad

Digamos, para ilustrar estos pasos, que se ha producido un exceso de Pitta, quizá porque el individuo se encuentra en tensión o sufre la incomodidad de un verano muy caluroso. Cuando hay suficiente exceso de Pitta, éste abandona los sitios que le corresponden y comienza a recorrer el cuerpo. Poco después halla un lugar donde el ama o residuo tóxico, esté presente y se adhiere a él. Estas son las tres primeras etapas de la enfermedad. Desde el punto de vista ayurvédico el cuerpo ya no está sano. Si estamos muy conscientes de nuestro cuerpo podremos sentir el comienzo de un desequilibrio. Todo el mundo reconoce los cambios sutiles que anuncian un resfriado o una gripe. Uno se siente extraño, con malestar, no localizado.

Una vez que un dosha se detiene en alguna parte, da paso a la cuarta etapa en la que empiezan aparecer los primeros síntomas. Si el Pitta se ha alojado en la piel, tal vez sintamos escozor, inflamación. Si está en el estómago, lo sentiremos revuelto o ácido. No es que culpemos sólamente al Pitta; cualquier dosha puede alojarse en cualquier zona. Si el exceso de Vata se localiza en una articulación (uno de los sitios más probables puesto que las articulaciones tienen predisposición a coger el ama) tal vez sintamos una punzada de artritis, y, salvo por esos síntomas imprecisos, no haya aún señales de que esté gestando una enfermedad grave.

Como el Ayurveda trabaja en un nivel tan sutil del cuerpo, puede aliviar síntomas que con frecuencia son misteriosos, como dolores inexplicables, ansiedad, depresión o fatiga. La medicina occidental tiende a decir que son problemas psicosomáticos. En realidad, se originan en las primeras etapas del desequilibrio de los doshas. Es fácil tratarlos cuando aún están en las tres primeras fases donde todavía sirve de algo tomar medidas como dietas, hierbas, ejercicios, una rutina diaria y una técnica especial de purificación para el cuerpo llamada Panchakarma (las cinco acciones).

Una vez debemos enfrentarnos a una enfermedad declarada o un daño sufrido por los tejidos, el daño sufrido por el cuerpo, suele ser muy superior a lo que estos tratamientos por sí solos pueden solucionar. Entonces debemos recurrir a terapias ayurvédicas más evolucionadas o a la medicina occidental desarrollada para luchar contra esos estados agudos.

¿Cómo saber cuando está por iniciarse la cuarta etapa, la primera aparición de los síntomas? En general, a quienes tienen más de 40 años no les hace falta buscar mucho, pues surgen con perturbadora frecuencia vagos dolores y punzadas. Los cuerpos expuestos a desequilibrios alimenticios, emocionales y de conducta errante durante muchos años, siempre acumulan ama, y el ama, por su propia naturaleza captará todo dosha errante. Sin embargo, no hay motivos de alarma. Lo que el cuerpo nos dice en la cuarta fase no es que estemos en grave peligro, sino que debemos purificar nuestros tejidos eliminando el exceso de dosha. Una vez que lo hagamos recobrarán su equilibrio natural. El método básico de “convencer” a los doshas por medio de sencillos cambios en la dieta y en la rutina diaria, puede aportar importantes resultados aún en casos de enfermedad grave.

Para equilibrar a los doshas, hay cuatro grandes áreas de la vida cotidiana que se pueden aprovechar, favoreciendo el equilibrio: Dieta, ejercicio, rutina diaria y rutina estacional.